miércoles, 17 de julio de 2013

De amores platónicos y ayudas idóneas.

Tuve la fortuna de nacer en esta parte del mundo en donde es muy fácil ver finales felices, cuentos de hadas e historias de amor eterno, sí, sólo basta con encender el televisor, están por doquier, aunque muy rara vez las encuentres en otro lado. La cultura que Holliwood y Disney ha creado es tan poderosa, que nos pasamos la vida pretendiendo vivir una y otra vez una historia de amor real, sin importar cuan doloroso sea cada final y sin importar tampoco que desde la distancia nos vean repetir una y otra vez el mismo error.

También es fácil idealizar gracias a estas legendarias cintas como ha de ser el amor de nuestra vida... Rubio, Ojos Azules, alto, fornido, elegante, gracioso, carismático, con estilo al vestir, con un rostro de ángel, el genotipo de Brad Pitt y la personalidad entre Jim Carrey y Jesús. Lleno de dones y talentos, con habilidades musicales y poéticas, romántico y soñador, esforzado, valiente, Pastor, Evangelista, Profeta, Maestro, Apóstol, buen administrador y puedo seguir de aquí hasta que Blogger no me deje continuar la larga lista de las características de ese personaje ideal. 

Otra cosa que es bastante fácil es tener amores platónicos, hasta hace un tiempo, tenia todo listo para mi boda con Chris Evans, sólo hacia falta que el aceptara al Señor, se enterara de que existo y decidiera enamorarse de mi, tres pequeños detalles, casi nada importantes. Lo importante es que ya todo estaba listo. Y así vamos por el mundo con nuestro vestidos rosa y nuestros castillos imaginarios juzgando cuanto chico se nos aparezca en base a los estándares que nos hemos puesto gracias a Holliwood (o los modelos terminados que nos restriegan en la cara en medios como enlace).

Aun así, de vez en cuando, nos permitimos ver en nuestra realidad y ahí, en la vida diaria llena de imperfecciones, se nos aparece uno de esos pocos y en vía de extinción "señores perfección". (tal vez hayan muchos, pero gracias a nuestra ceguera a veces no los vemos) Son chicos tan bien hechos en todos los sentidos que te sientes lo suficientemente indigna para ellos que ni siquiera te atreves a hablarles, ellos no alcanzan los "parámetros" que pides a Dios tenga tu esposo, no están ni cerca, pero dentro de ti sabes que están dentro de las categorías mas altas en las que se podría competir, si habláramos de competencias.  Se convierten en otro tipo de amor ideal, uno que te despierta a la realidad de tu vida y te reta a ser mejor, esos que te recuerdan que los cuentos de hadas si existen en Dios, pero que antes debes ser una princesa si quieres protagonizarlos. 

Estos chicos parecen haber sido creados con ese propósito. Son tan íntegros y tan rectos que aunque tienen errores, y muchos, sabes que, o pasaran poco tiempo con ellos o en cuanto Dios se los revele, harán lo imposible por quitarlos de su vida. Me refiero a los adoradores, creados en la realeza para reflejar al rey y los que lo hacen de tal forma que te llevan a olvidar por completo la idea de que Dios TRAIGA la ayuda que tu necesitas.... Ahora sabes que debes SER la ayuda que el necesita, por que el ya es la tuya. O lo será, si primero rompes la barrera de la inseguridad, dejas de soñar estupideces y empiezas tu proceso a ser alguien de quien este tipo de chicos se enamorarían 

Esta entrada es directa y quisiera que se tome como un simple llamado de atención a todas las "princesitas" que andan soñando que a los treinta ese Brad Pit italiano con gran ministerio, llamado pasión y dinero vendrá a ellas directo a proponerles matrimonio porque si, por que son ellas. Basta de pretender la perfección de Holliwood en la vida real, basta de mantenernos cegadas y no darnos cuenta que somos nosotras las que debemos alcanzar esos estándares antes de tan siquiera pedirlos... Aun tenemos mucho trabajo para hacer... pero el consuelo de que Dios HARÁ para EL una ayuda idónea de nosotras.  

Ah, y se me olvidaba... Cosas importantes para tener en cuenta: 

En televisión, cine y fotografía, siempre trabaja gente bonita, a diferencia de las iglesias, en donde, junto con hospitales y cementerios, hay todo tipo de personas, así que, es bueno darnos la oportunidad de conocer personas no sólo guiándonos por su físico o su billetera... eso son las añadiduras... ademas dudo que muchas de nosotras nos veamos como Angelina Jolie para exigir un genotipo a la de Brad Pit. 

Así que descartando estos dos decantadores tan mal usados, ahora si, podremos enfocarnos en ser primero  la ayuda idónea de nuestro príncipe morado... o azul, o el color que sea. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario