En la entrada pasada hablé acerca de los amores platónicos y lo fácil que es rechazar la realidad, buscando una, cada vez más efímera, fantasía; pues bien, tomemos este escrito como la continuación de aquel. Esta vez, con base en una situación que ocupa mi mente desde hace ya un par de semanas.
Cómo lo prediqué en la entrada anterior, intento aplicarlo, y se que existe la perfección de un príncipe como el de Blancanieves en cada uno de los jovencitos con los que trato a diario, por eso los admiro y me deleito al ver el proceso que llevan en Dios, tal vez, algún día uno de ellos pueda ser más que un amigo para mi, aunque por ahora sólo sea este un caso de genuina admiración y verdadera amistad, mi concejo ahora es simple: Detente a observar, dedícate a ti, aprende de tu al rededor y luego, con calma Dios hará para ti esa persona perfectamente ejemplar, mientras tanto deleitate en observar y aprender.
Hay damas y caballeros que resaltan entre la multitud, y con temor a parecer lame suelas, quisiera exaltarlos, ellos son la razón por la que no me quito de la cabeza la idea de que la perfección de Dios si se puede reflejar más que un 10% en las personas comunes, de que hay mucho más allá de levantar las manos y servir en la iglesia, en un grupo, célula o como le llames, de que hay mucho más que hablar de Dios o incluso presentarse a un devocional diario ¡Sí!, hablo de ese tipo de personas que te inspiran a ser mejor, de esas personas que te retan a romper tus límites y poner en orden tu vida. De esas personas que te recuerdan que Dios es un Dios de excelencia y que naciste para conquistar el mundo. Hablo de las personas que no sólo están con Dios, son sus íntimos amigos!.... hablo de los hombres y mujeres que a diario son luz, son sal y son poemas vivos de salvación.
¡Qué diferente sería el mundo si todos los que estamos en un lugar nos determinamos a ser así! Tomaríamos la palabra con determinación como la espada que es y cortaríamos toda la iniquidad que nos detiene, caminaríamos hacia delante y conquistáramos con mil actos de adoración el corazón de nuestro rey. No sólo basta con soñar en tener una pareja ideal, no sólo basta con soñar en ser el ideal de tu pareja, busca siempre ser el mejor, busca siempre romper tus límites, mira esos faros a tu alrededor y déjate retar por su esplendor.
Es fácil localizarlos, pero también es fácil que su luz te intimide, no te ciegues, no dejes que los argumentos de la falsa identidad que crees tener te impida conocer este tipo de personas, la biblia nos recomienda andar siempre con gente que sea excelente y ejemplar. No importa la edad, no importa la experiencia o las circunstancias adversas de sus vidas, busca siempre las mejores compañías, esas personas que son ejemplo en lo que hacen, esas personas que te retan a vivir, y mañana verás que toda tu vida subió de nivel y que quizá ahora eres tu quien es ese faro de luz de verdad y amor a los demás. El ejemplo a seguir de quienes te rodean. Y tal vez ahí, uno de esos vea que caminar a la luz que refleja un faro como tu, es ver su sueño hecho realidad. Se el mejor si quieres tener lo mejor.
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