domingo, 7 de agosto de 2011

¿Cómo ganaremos naciones?

Lo único necesario, definitivamente: Debemos morir

Señor, mi Dios, Hoy has hablado a mi corazón, nuevamente lo hiciste por medio de tu siervo, de esa persona fiel y llena de tenacidad que has puesto sobre mi vida y la de otras miles mas, esa persona que se la jugo toda, murió para que tu dieras vida por medio de el y ahora habla con la autoridad propia de quienes lo hacen bien, de quienes laboran con el corazón limpio para ti, a el es a quien tu has puesto sobre este rebaño, tal vez para muchos pequeño, para otros tantos fuera de toda piedad, y para los demás, demasiado raro e insignificante como para cambiar en algo la sociedad, pero tu Dios grande Y Poderoso, eres fiel en tus promesas, te has decidido a levantar a tu “Lugar de Paz” Colombiano, has hablado que aun crecerá cuando los demás cesen, has hablado prosperidad a tus hijos y en ti veremos el cumplimiento de tus promesas.

Hoy mi corazón se llena de ansiedad, mi espíritu le grita a mi alma, le ordena a mi alma su sujeción, y mi alma se deslumbra por el basto mundo del que tu la has rodeado, mas bien le has presentado y al que a ella a veces le da miedo o pereza entrar. Ese mundo en donde no todo es fácil, ese mundo en donde el mas pequeño de los privilegios cuesta morir, ese mundo donde la muerte es dulce, donde el amor lo es todo, donde uno no es uno sino miles tras de si, en donde la libertad se limita a tus ataduras poderosas, llenas de tu amor, ese mundo en donde lo mas preciado, lo mas representativo, el tótem de la realización plena es ser poseedor de tu unción, y claro, ¿quien mas preciso que tu ungido hay para hablar de aquello?

Hoy definitivamente has hablado a mi corazón, lo has llenado de celo por tu presencia y le has impulsado a guerrear para tus bendiciones, para que al final esas puertas y esas cerraduras que impiden pasar sean quebrantadas y solo tu nos puedas entregar ese precioso botín, el mismo que le arrebataremos, mi alma, mi espíritu y mi cuerpo, en unanimidad con tu Espíritu a esos malditos reyes, poderosos y altivos que gobiernan las tinieblas, esos que se jactan a diario de la sangre de tus criaturas, las que los sirven inocentes de saber que el precio al que viven no es nada de lo que tu les darías, de lo que diste ya. Esos mismos poderosos payasos que caerán al lago de fuego, esos mismos que tu nos pones frente para desatar sus lomos y dejarlos sin poder.

Hoy tal vez se rían al ver a cientos de pueblos doblegarse ante sus mentiras, hoy tal vez, mas despectivos que el mismo Satanás, mas orgullosos aun que el, se embriaguen con la tristeza, la pobreza o la maldad de cientos que sin esperanza se creen en perdición, pero aquí estamos, el día, la fecha, la hora es la precisa, la correcta, no quizá para vencer pero si para guerrear, no quizá para enfrentarlos pero si para morir, dar ese primer paso hacia la bendición, hacia la autoridad, hacia lo necesario para enfrentar esos reyes y rescatar ese precioso botín.

tal vez hablo por los miles de jóvenes confundidos que quizá no te conozcan, pero a los que tu, como a aquel Ciro de Persia llamas ungidos, estas bendiciéndolos, estas esforzándolos y de los que por supuesto, Salem, Armenia, y Alexandra hoy mas que nunca forman parte, esos guerreros, esas personas vanguardistas con mentalidad de guerreros antiguos, irán al todo por el todo por las naciones a las que los llamaste. Esos que ven las naciones, no en Perú, Colombia, Italia, Inglaterra o Estados unidos, sino como los miles de pueblos, razas, aun colores en personas que se mueren sin una palabra de real amor, de las que tu nos diste, nos das, y nos daras, y de las que serviremos de fuente, de túnel para que lleguen a sus oídos, y aun con ese precioso sistema de purificación, ese corazón que hoy decidimos entregarte para que limpies, para que moldees y nunca mas dejaremos gobernar en nosotros, sino que será tan blanco como la lana, como la nieve y tu podrás poner en el todo para revivir su agonía.

Estos son los jóvenes que como tu siervo hoy declara, declararan, que aunque cansados o agotados, aun golpeados por la batalla, han sabido derribar los muros, han sabido ganar la bendición, y esos tesoros de sabiduría y de revelación ocultos aun a nuestros ojos tras esos muros y cerraduras de bronce que serás de armas para la destrucción de los desventurados que hoy hozan llamarse reyes y mañana gemirán de dolor frente a tu poder… porque te vengaras de los que mal hicieron a tus hijos amados y usaras a tus valientes para su destrucción…

Nunca mas se dira en mi aposento que Dios no es… siempre habrá un espíritu avivado, dispuesto a levantarse y pelear por lo que viene para el… por El…

Te amo Jesús, Te amo príncipe, te amo Rey… Te amo Señor…

Espíritu de Amor, nunca permitas que mis pies den un paso ni aun mis ojos se habrán sin que tu estés a mi lado, conmigo, siempre yo en ti

Padre, tu amor eterno, tu fidelidad, tu poder es nuestra inspiración para caminar, para batallar, para vencer

Satanás… estas muerto!

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